19 febrero 2021
Autor: DAE Formación
Duración aproximada de lectura: 5 min

El objetivo de los giros es lograr dar un cuarto de vuelta al cuerpo de la persona dependiente estando en la posición “de pie” para encaminarlo, en la mayoría de los casos, hacia una silla, una camilla o una cama (Ver Imagen 1). La técnica en sí no tiene grandes variables, ya que lo fundamental es lograr que el movimiento se produzca de forma armónica con independencia del sentido del giro. Tampoco es relevante, en este caso, la situación de la cama o la silla con respecto al lado más útil de la persona dependiente.

GirosImagen 1. Giros

La acción a realizar por el cuidador es un pivote sobre el lado más útil de la persona dependiente manteniendo el eje de gravedad sobre el antepié de la persona dependiente para estimular los reflejos de apoyo y extensión.

Giro empujando o tirando del cuerpo de la persona dependiente

En la posición de partida el cuidador de salud hace dos agarres o apoyos sobre la ropa de la persona dependiente:

  • La mano más próxima al lado menos útil realiza una presa de agarre en supinación sobre la ropa o el cinturón de movilización. También puede controlar el lado menos útil de la persona dependiente con un apoyo de esa mano a nivel de la ingle o cadera menos útil. En el mismo gesto controla la mano del mismo lado con su muñeca. La otra mano se apoya en el omóplato que le corresponde yendo por debajo de la axila o encima del hombro, dependiendo de la relación de altura que exista entre el cuidador de salud y la persona dependiente (Ver Imagen 2).

Giro tirando del cuerpo de la persona dependiente

Giro tirando del cuerpo de la persona dependiente

Giro tirando del cuerpo de la persona dependienteImagen 2. Giro tirando del cuerpo de la persona dependiente

  • El lado más útil servirá de pivote, mientras que el otro girará sobre este, creándose un nuevo polígono de sustentación tridimensional en el que los vértices del suelo serán los formados por el pie del cuidador de salud que pivota, por la punta del pie que pivota de la persona dependiente, siendo el espacial el formado por la unión de las cabezas de ambos y la mano del cuidador de salud en el omóplato de la persona dependiente.
  • La cabeza de la persona dependiente se sitúa sobre el lado del cuidador que garantiza al equilibrio durante el pivote (el de la mano sobre el omóplato).
  • Desde esta posición inicial el movimiento comienza con una leve atracción hacia sí del cuerpo de la persona dependiente, para buscar un apoyo sobre el antepié que facilite el giro sin subluxaciones bruscas por apoyo de toda la planta del pie. Este movimiento se refuerza echando hacia atrás el pie contrario al del lado que sostiene la cabeza de la persona dependiente.
  • Desde esta posición de equilibrio inestable se empuja o atrae el cuerpo de la persona dependiente por medio de la presa sobre la ropa o el cinturón movilizador o el apoyo sobre la ingle o la cadera buscando la trayectoria deseada hacia la posición de llegada. El movimiento se acompaña de un movimiento lateral de la pierna del cuidador que corresponde a la parte móvil del conjunto similar a un paso de vals.
  • Los mismos apoyos sirven para encadenar la siguiente técnica, que será habitualmente una bajada hacia la cama, camilla o silla.

Consideraciones a tener en cuenta

La situación de equilibrio y verticalización es evidente. Para la realización de estas técnicas es imprescindible que la persona dependiente quiera y pueda hacerlas. Esta debe contar con los reflejos de sostén de la cabeza, del tronco y de al menos un miembro inferior. También es imprescindible que disponga de un mínimo de orientación en el tiempo y el espacio. Las recomendaciones que hay que tener presentes son:

  • La posición de partida será siempre firme, flexible y cómoda para ambos. Es importante considerar la diferencia de envergadura entre el cuidador y la persona dependiente, con el objeto de elegir el apoyo más adecuado que ofrecen los brazos del cuidador de salud. Se puede elegir un apoyo con la palma de la mano del cuidador en el omóplato del paciente cuando la altura del cuidador es sensiblemente inferior a la del paciente o esté en una situación más dependiente y manifieste miedo o inseguridad. En los casos en los que la persona dependiente es más válida lo adecuado es ofrecerle una presa de apoyo sobre el brazo del cuidador.
  • La posición de partida para el correcto mantenimiento del cuerpo de la persona dependiente en la posición “de pie” es encuadrando los pies del cuidador, el pie más bueno del paciente a una distancia en la que los dos polígonos de sustentación, el del paciente y el del cuidador, no se crucen, estando el cuerpo del paciente apoyado en su pie más bueno sin soportar el cuidador el peso de la persona dependiente por una inclinación excesiva de su cuerpo.
  • La cabeza de la persona dependiente debe colocarse orientada hacia el hombro del cuidador, que corresponde al lado más útil de la persona dependiente que es el que va a dirigir el pivote.
  • En la ejecución de la técnica, la cabeza de la persona dependiente sigue la dirección del movimiento. El cuidador inicia la técnica echando hacia atrás la pierna contraria a la del lado donde ha colocado la cabeza de la persona dependiente, con el objeto de atraer ligeramente hacia sí su cuerpo, para que se apoye sobre el antepié. Esta colocación del cuerpo tiene la doble intención de provocar el mayor estímulo en el reflejo de extensión y que el pivote se produzca sobre el antepié: liberando así de tensiones y bloqueos la articulación del tobillo. El giro se realiza mediante un impulso hacia delante y en oblicuo de la pierna retrasada, corrigiendo y estabilizando la posición con la aproximación de la otra pierna.
  • El cuidador debe realizar la acción actuando sobre los reflejos de refuerzo de la persona dependiente, en las caderas, que permitan un movimiento en bloque, estando preparado para controlar eficazmente cualquier amago de desequilibrio.
  • Es muy importante constatar el hecho de que solo se pivota sobre un único punto de apoyo, localizado en el suelo: el antepié de la persona dependiente. En caso contrario todo movimiento de rotación va a generar una torsión desequilibrante, cuando no perniciosa.
  • El cuidador podrá darse cuenta hasta qué punto los desplazamientos realizados con los pies firmes en el suelo y las piernas flexibles (juego de piernas) son primordiales para realizar estas técnicas. El impulso para iniciar el movimiento surge de la cadera del cuidador sobre el brazo que realiza la presa sobre la ropa o el cinturón movilizador, en la cadera de la persona dependiente.
  • Es interesante comprobar el hecho de que el polígono de sustentación, en este caso es tridimensional, formado por un pie del cuidador, el pie de la persona dependiente que realiza el pivote y las cabezas de ambos. Este polígono permite un movimiento armónico y equilibrado. Para que el eje de equilibrio se incluya en dicho polígono la cabeza de la persona dependiente debe colocarse en el lado que pivota, como se ha dicho.
  • Las presas manuales sobre la ropa o el cinturón movilizador tienen una importancia primordial, sobre todo cuando el control del cuerpo de la persona dependiente debe ser estrecho.

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